viernes, 19 de mayo de 2017

LA MEDIA CUADRA, LICOR Y ALMA DE LA ESTRELLA DE ORO EN COATEPEC.


Lo que actualmente conocemos como la Cantina La Estrella de Oro, perteneció a un español que en agradecimiento por el cuidado en sus últimos años de vida, mismos en los que necesitó cuidados especiales por una extraña enfermedad en la piel, heredó a los señores Ezequiel Ojeda Villa y Rosa María Suárez Lozada.

Ellos entregaron toda su vida al funcionamiento de la Cantina, con el paso de los años falleció él y luego lo hizo ella. Fueron dos de sus hijos quienes se hicieron cargo del funcionamiento de la cantina, en primer lugar lo hizo Antonio y posteriormente Ezequiel tomó las riendas del negocio, mismo que lo maneja hasta este momento.

Lo original Cantina La Estrella de Oro era una elegante casona color durazno claro con elementos decorativos en tonos amarillo, simulando dorados. A las afueras de este emblemático sitio se ubicaban las vías sobre las que circulaba el ferrocarril proveniente de la ciudad de México en su trayecto hacia Teocelo.

Era común encontrar a Doña Rosa vendiendo comida a los viajeros. Deliciosos chiles rellenos, chalupas y todo tipo de antojitos dispuestos en canastas llenas, no podían faltar los afamados tacos de hígado. Las conservas se vendían en frascos, los hongos eran de los favoritos entre su clientela.

Doña Rosa era una mujer grande que se distinguía por usar trenzas, de carácter fuerte y origen xiqueño; cuando se encontraba contenta gustaba cantar en totonaco, así como jugar cubilete. A pesar de no saber leer, nadie se le iba sin pagar y era especialmente lista con sus cuentas.

Además de ser buena comerciante, era sirvienta del español. Con el tiempo aprendió a preparar La Media Cuadra, la bebida tradicional de la cantina La Estrella de Oro que en algunos momentos escaseaba por falta de producción. Es así que ella comienza a venderla en calle por iniciativa propia, hasta que su patrón la descubre y reprime diciéndole que era una bebida fina, que únicamente podía degustarse al interior de la cantina.

Doña Rosa pasaría el resto de su vida elaborando la tradicional bebida; barricas llenas se dejaban ver en el establecimiento, mismas que no rendían, pues se comercializaba a gran escala, incluso se exportaba en rústicas botellas a otros países.

La Tradicional Cantina La Estrella de Oro es la más antigua del Estado, y probablemente del país, cuenta hasta la fecha con el permiso federal que le fue asignado hace más de 100 años. Fue cuna de grandes historias, entre ellas la de Doña Rosa y Don Ezequiel, cuyo amor nació ahí, les vio festejar aniversarios, el nacimiento de sus 17 hijos y sus nietos, y que culminó hasta la muerte de ambos. Hoy la cantina sigue viendo pasar generaciones y siendo testigo de sus vidas.

Cuando Doña Rosa falleció, los comerciantes a los que siempre apoyó comprando los insumos para la elaboración de sus platillos, le hicieron llegar vacas y alimentos para el velorio, cientos de personas desfilaron frente a sus restos para despedir a tan querida mujer.

Han pasado varias generaciones, y La Media Cuadra se sigue produciendo con el mismo cariño y dedicación que Doña Rosa enseñó a sus herederos; inicialmente su hijo Lorenzo y actualmente la hija de él, han sido los encargados de darle vida a esta historia. Con los permisos y registros correspondientes, se busca preservar esta tradición y asegurar su continuidad, conservando la calidad, aroma y sabor de la bebida, misma que cuenta con registro de propriedad intelectual.

En la calle Hidalgo, número 27, del centro histórico de este Pueblo Mágico se elabora  y comercializa La Media Cuadra en un restaurante familiar, donde es común acompañar la plática con un trago de la tradicional bebida.

La Media Cuadra es una mezcla de sabores que logra provocar distintas sensaciones en quienes la prueban; alegría, nostalgia, todo tipo de emociones caben en esta bebida a base de frutas de la región que a pesar de contener 40 grados de alcohol, se siente suave. De color ámbar, este licor afrutado se distingue por poseer un punto preciso en su esencia, que no lo hace ni simple ni excedido en sabor.

El secreto está en la mezcla de sabores de la región y en todo esta tierra produce de manera completamente orgánica. Parte fundamental en el proceso de elaboración, siguiendo al pie de la letra la receta original. En su preparación deben controlarse varios factores, incluido el aire, ya que podría alterar el sabor y el grado de la bebida.

Contrario a lo que muchos pensarían, no está elaborada con aguardiente, sino que es la fermentación la responsable de que todas las esencias y sabores de las frutas que se utilizan, brinden un especial sabor a este licor. Para preservar su sabor debe ser envasada en botellas de vidrio y tomarse en cristalería, como originalmente se acostumbraba en La Estrella de Oro.

Según el dicho popular no debes tomar más de tres caballitos de esta bebida, no podrás llegar siquiera a la esquina. Ese consejo recibían en la Tradicional Cantina La Estrella de Oro, situada exactamente a La Media Cuadra de la calle Constitución.